Paul Gulacy (lápices) y Pablo Marcos (tinta) fueron los artistas gráficos que animaron este guión de Doug Moench. El ejemplar, que se abre con una portada realizada por López Espi como era habitual en muchas de las publicaciones de esta editora, narraba las peripecias de Shang-Chi, maestro de las artes marciales y enemigo irreconciliable de su padre, Fumanchú, el emperador del mal, siempre deseoso de hacerse con el poder mundial y exterminar a su odiada raza blanca. El éxito de los filmes protagonizados por Bruce Lee tuvo como consecuencia tebeos de este tipo, en los que los combates cuerpo a cuerpo tenían frecuente acto de presencia en sus páginas.
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