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lunes, 30 de marzo de 2020

MEMORIA DE LOS QUIOSCOS VALLISOLETANOS 22

Memoria de los Kioscos vallisoletanos

Otro más de los que hace años bajaron la persiana para nunca más abrirla. Se encuentra en el Barrio de los Pajarillos, en concreto en la calle Camino Viejo del Polvorín. Como puede verse en el letrero que adornaba su fachada su actividad se centraba en la venta de Prensa, revistas y frutos secos.

2 comentarios:

  1. Hola Fernando, estoy siguiendo diariamente el blog y concretamente las entradas que pones sobre los quioscos que han ido cerrando sus puertas en Valladolid, que al igual que en el resto de España, han sido masivos para desgracia de todos a los que nos gustaba frecuentarlos, especialmente en los años 60, donde aquellas imágenes de los tebeos colgados con aquella profusión de imágenes visuales que todavía perviven en nuestras retinas, aquellos olores inconfundibles del papel recién impreso, recordemos que también en ellos podíamos cambiar las novelas del oeste u otra temática, podíamos adquirir baratijas de juguete, sobres sorpresa, etc. Lástima de su pérdida. Estoy también entrando cada día porque al ver tus nuevas publicaciones, me indica que estás bien de salud, con lo que desgraciadamente nos está invadiendo y alterando tan profundamente nuestras vidas y economías, me alegro de leerte cada día. Un fuerte abrazo y que la salud nos acompañe a todos y que este dichoso virus se vea erradicado en el más breve plazo.

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  2. Pues sí, una desgracia para todos aquellos que vivimos aquellos tiempos en los que los quioscos estaban infestados de tebeos y en los que, como tú bien dices, podíamos ir a intercambiar tebeos. Ahora que estamos en este periodo de enclaustramiento forzoso, todavía recuerdo los años en que era joven y me ponía enfermo. Por aquellos entonces, y a pesar de la fiebre, me gustaba leer en la cama, por lo que mandaba a un quiosco cercano a mi domicilio a mi madre para que me cambiase algún tebeo y así tener algo de lectura con la que pasar los días de reclusión. Recuerdo también que echaba mano de Los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving, que me encantaba releer por sus entretenidas historias de moros y encantamientos. Y cambiando de tema, comentarte que, efectivamente, al menos por el momento yo y toda mi familia nos encontramos bien; espero que tú y todos los tuyos, así como todos los que nos lean, disfruten también de salud, el más preciado tesoro que poseemos. Un abrazo a todos.

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