Recibo, como últimamente sucede con frecuencia en cuanto a óbitos, la noticia de la muerte del palentino Jesús Cuadrado, firma habitual en las publicaciones de finales de los años setenta y principio de los ochenta que tenían a la historieta como centro de su actividad. Sus ácidas críticas levantaron muchas ampollas entre las gentes de la profesión, aunque siempre contó con un buen número de admiradores de su trabajo, como los que firman los prólogos a la primera de las publicaciones que aquí os traigo. El culmen de su labor crítica e investigadora llegó con "De la Historieta y su uso, 1876-2000", en la que ofreció una exhaustiva muestra de lo que fue el noveno arte en ese periodo a través de publicaciones, personajes y autores. Os dejo ahora con dos de sus publicaciones; la primera marginal; se trata de uno de los números de "Los Mamotretos de Grafito. Serie Fotoplagias. Letra U", en la que se recopilaban algunos de sus escritos para diferentes publicaciones. La segunda es el primer volumen de ese imprescindible, ayer y hoy, "De la historieta y su uso, 1876-2000". Jesús Cuadrado ya no está entre nosotros; su obra permanece.¡Descanse en paz!
Mamotretos de Grafito. Letra U
De la Historieta y su uso, 1873-2000
D.E.P. Jesús, criticado por unos y alabado por otros, sea como sea, nos ha dejado un buen legado de estudio y consulta, con sus posibles errores (quién no los tiene) pero ha sido el único que ha hecho una recopilación y estudio ordenada de la historieta española. Y lo que nos ha dejado en el tintero que no le han querido o podido publicar. Descansa en paz maestro.
ResponderEliminarPues sí, Mario. Jesús tenía en el zurrón trabajos que, por desgracia, me temo, nunca verán la luz; como ese sobre la novela popular española que llevaba años preparando como continuación al dedicado a la historieta. La irrupción de internet en nuestras vidas, me temo, jugó en contra de estos enjundiosos estudios que Cuadrado tenía entre manos. Como sucede con múltiples aspectos de la vida, se basa en llegar a tiempo y, por desgracia para los que amamos estas cosas, ni el tiempo ni las políticas editoriales jugaron a su favor.
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